27 de julio de 2011

Una moneda al aire

Cuando tengo que tomar una pequeña decisión, cuando sé que voy a hacer algo que va a repercutir en mi futuro o cuando simplemente me gusta intentar predecir que es lo que me va a pasar lanzo una moneda al aire. Es por simple curiosidad, es por ver que sale y porque básicamente no me sirve de nada porque cuando sale un resultado que no me conviene juego a tres tiradas. El caso es que cojo una moneda y como las de ahora no suelen tener una cara digo “pues tal cosa es cara y tal cosa es cruz”: “la catedral es cara y lo otro es cruz”, “el 1 es cara y lo otro cruz”, tengo una pregunta en mente y la formulo (aunque generalmente las alternativas suelen ser ‘Sí’ o ‘No’. Esta tarde alguien se ha dejado olvidado 1 Euro en una de las máquinas tragaperras (algo muy extraño porque suelen pasar la mano por la bandeja más de una vez) y después de juguetear con ella haciéndola girar sobre si misma o a ver hasta donde llegaba rodando sobre su canto he empezado a hacer las preguntas. ¿Me llamarán para trabajar pronto? Sí. ¿Trabajaré en Valencia? Sí. ¿Tendré que vivir fuera de casa? Sí. Y yo ya todo flipado por si acaso llega a cumplirse. Es evidente que no porque una moneda lo haya dicho va a pasar y que en realidad después de un año prácticamente en blanco ya toca pero quien sabe, lo mismo el saber que la suerte esta de tu lado hace que nazca en uno una predisposición o un auto convencimiento de que las cosas van a ir bien. No deja de ser curioso. Si tenéis una moneda al a mano intentadlo y sorprenderos de lo que puede pasaros en un hipotético futuro.

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