30 de julio de 2012

Camino

Tanto tiempo caminando a la par que se hace difícil pensar como lo haré a partir de ahora. Yo avanzo y tu te quedas atrás. O yo me detengo y tu no paras de avanzar. Puede que tu tropieces y yo simplemente evite la piedra con agilidad. Quizás yo decida adentrarme en un bosque y tu decidas seguir el sendero que alguien ya ha marcado. Quien sabe, es posible  que nos acabemos perdiendo al girar una sinuosa curva o que tu decidas escalar una montaña y yo acabe adentrándome en las profundidades del mar.
Ayer caminábamos juntos. Hoy me di cuenta de algo: nuestros pasos marcaban ritmos diferentes.
Mañana mi camino ya no será tu camino. Tú tomarás un desvío que yo ni si quiera me he llegado a plantear.
Ayer nuestro camino era el mismo. Hoy me di cuenta de algo: hay infinidad de senderos por los que adentrarse.
Mañana yo seguiré el mío y tu seguirás el tuyo.
Quien sabe, tal vez dentro de muchos mañanas ambos tropezaremos con la misma piedra o nos encontremos en el mismo bosque. Quizás nuestros senderos se unan en uno solo, quizás nos encontremos en la cima de la misma montaña o nos tengamos que ayudar para escapar de las profundidades del mar.
Mañana... quien sabe que caminos decidiremos tomar.

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