19 de enero de 2012

Pensando en siglos

Anoche mientras esperaba a que el sueño viniera a por mí me dio por pensar en Siglos. Primero empecé recordando algo que nos decían en el colegio: "si queréis saber en que siglo estamos coged las dos primeras cifras del año en el que estamos y sumadle uno", y así lo hacíamos. Eso me llevó a pensar en que he vivido un cambio de siglo (y de milenio) en lo que ha estado ocurriendo, en como se estudiará ésta época en el futuro, en qué pensará la gente de los futuros siglos sobre este tiempo, sobre nosotros... A su vez, todo lo anterior me llevo a pensar en una canción, concretamente en el trozo que dice "y volver a ver San Sebastián en el Siglo XXVI (26 por si se os dan mal los números romanos) desde mi nave espacial" y en donde estaré yo. Es evidente que no estaré, lo que me llevó a pensar en la vida... y en la muerte.
"¿Y ya?" se me ocurría. Quiero decir, vivo mi vida mejor o peor, llegará un momento en el que abandone este mundo y luego ¿qué? ¿nada más? ¿oscuridad? ¿silencio? A saber. No me gusta pensar en ello y aquí es cuando hago alarde del ego. Mi existencia es mía, mi vida, mi todo. Y una vez marche no quedará nada de mí. Mi existencia en un mundo cuya existencia nos parece eterna es... nada, es un latido en toda una vida, un granito de arena en un enorme desierto, una lejana estrella en el cielo nocturno. A ojos del mundo no soy nada. Cierto es que me queda (espero) mucha vida por delante. Tampoco quiero hacer algo para que la historia me recuerde como alguien o por algo importante, en realidad lo único que importa es que pueda vivir feliz en MI mundo, con lo y los que me rodean. Pero sí que me gustaría intentar hacer del mundo un lugar mejor, dejar algo más que mi nombre grabado en el frío mármol para demostrar mi existencia. Algo más.
Me vino grande pensar en ello.

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