27 de noviembre de 2011

Ayer se fue a dormir una parte de mi.

Ayer se fue a dormir una parte de mi.
Bien tapada hasta el cuello, quieta, tranquila, en silencio.
Un sí con la cabeza fue lo último que me dijo: me veía. Me sentía. Me quería.
Entrelazadas quedaron sus manos aun calientes y
lágrimas y latidos se mezclaban impotentes.
Incrédulos pensamos que nos llamará, incrédulos pensamos que aun está
tan risueña y tan dispuesta a mirarnos o a darnos la mano.
Ayer se fue a dormir una parte de mi que ya no volverá a despertar.

Hasta que nos veamos en mis recuerdos o en mis sueños, ita.

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