Anoche mientras un pensamiento me llevaba a otro, sin darme cuenta, me topé contigo. Me quedé quieto pensando que el silencio se transformaría en tu voz pero no fue así. Con fuerza cerré los ojos pensando que los miles de puntitos de luz multicolor se transformarían en tu cara pero no fue así. Entonces me dí cuenta de que ya no estabas ahí. Pensé también en como acabar estas líneas pero no me venía nada a la cabeza. Ni tu voz, ni tu cara... ni mis palabras. Fue cuando decidí que acabaría este escrito como acabamos tú y yo, como mi mente y tu voz, como mi mente y tu rostro. Cada uno por su lado sin saber nada el uno del otro pero sí habiendo dicho adiós.
Adiós.
26 de febrero de 2013
13 de febrero de 2013
Arte
Él era negro como la noche. Ella, brillante como la luna. Primero bailaron lejos
el uno del otro mientras sus torpes pasos levantaban el polvo del suelo. Después,
alguien le tendió la mano de la que sería su última pareja de baile y danzaron
tímidos queriéndose encontrar pero a la vez evitando el contacto hasta que,
finalmente, se unieron en uno solo. Su vista se nubló. Sus piernas se
doblegaron débiles y el brillante traje plateado de la dama se tiñó de un cruel
carmesí. No lograba entender el dolor, no lograba entender el sufrimiento. No pudo
entender el arte, pues el arte no mata.
6 de febrero de 2013
Desordenado
Le dio un vuelco el corazón cuando leyó su nombre y todo lo que había dentro de él se esparció por la habitación. Ahora tenía que volver a ordenarlo.
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