17 de abril de 2011

El juego de la observación

Os voy a proponer un juego. Bueno, no es realmente un juego pero pude jugar el otro día y el resultado me pareció hasta divertido. Las reglas son sencillas: observar. Hace unas cuantas noches tuve que salir sin más compañía que la de la música y la de la fría brisa que soplaba por lo que mis sentidos estaban totalmente absortos. Sin embargo (aquí es donde entra la única regla del juego) empecé a observar atentamente todo lo que me iba encontrando por el camino y lo primero que pude observar es que es muy fácil reconocer a alguien por su manera de caminar y además de fácil me resultó muy divertido porque esa persona en cuestión lleva caminando así desde que la conozco y de eso hace bastantes años.
Otra de las cosas que pude observar y sentir es el miedo. El miedo que esta vez estaba totalmente sugestionado por mi mente que en pocos segundos se inventó una película terrible.
Es de noche, las farolas apenas alumbran mis pasos y no oigo nada más que el piano de una canción. Entonces siento como alguien sigue mis pasos, siento como alguien va detrás de mi. Es en ese momento cuando mi mente vuela pensando en posibles atracos o en posibles ataques por la espalda. -"¡Pero si no llevo nada de valor!" - oigo gritar en mi interior. Es tal esa sensación que me giro rápidamente para tratar de ver el rostro del que para mi mente es mi perseguidor, sin embargo, el que podría haber sido mi ladrón, mi secuestrador o mi asesino gira la esquina y yo sigo hacia delante. El miedo se va rápido, con un suspiro. E igual de rápido una mujer parece querer deshacerse del suyo espolsando las alfombras de su casa por el balcón inundando el aire de polvo y restos de vete a saber que justo cuando estoy pasando por debajo, pero cuando quiero mirar hacia arriba ya ha desaparecido. Todas estas cosas en otra ocasión podían haber pasado inadvertidas, pero solo con prestar un poco más de atención se llegan a percibir aspectos totalmente diferentes de cualquier acción.
Por eso os propongo que observéis, porque hay muchísimas cosas que escapan al rápido vistazo del ojo y que pasan por nuestra mente en un instante sin dejarnos nada de provecho
¿O es que no os ha pasado nunca que aún habiendo mirado el reloj seguís sin saber que hora es?

No hay comentarios:

Publicar un comentario