14 de mayo de 2015

La extraña calma de tenerte y de estar sin ti

He soñado con fantasmas de carne y hueso. He soñado con su voz y con su tacto, con su cara, con su calor y con una extraña calma. Pero al despertar han vuelto al otro lado, al más allá, a la frontera que se abre cuando se cierran los ojos.
Y quiero que se queden ahí.
Y aunque hay sensaciones pasadas ahora olvidadas que vuelven y parecen ser reales ya no me dejo engañar.
Fui feliz mientras soñaba, pero fui más feliz al despertar.